Leer es el cuento de directora de la 'Rafael Carrillo Lúquez'

“A través de los libros, de la lectura, de la cultura, es la única forma para que los pueblos salgan de su atraso, para que se desarrollen, para que seamos un país mejor”.

Con esa convicción llegó hace dos años la comunicadora social María Victoria Celedón Simón a la dirección de la Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’, para generar todo un despertar del espacio que se ha convertido en santuario de la literatura, la cultura, del crecimiento creativo de niños, del desarrollo lector del departamento del Cesar.

“Cuando Dios me dio la oportunidad, que les puso en su corazón al Gobernador y la Primera Dama de ponerme aquí, yo dije: es la oportunidad que estaba esperando toda mi vida para desarrollar eso que llevo yo, que me inculcaron en mi casa, que la lectura es importante, la cultura es importante, el saber decir buenos días, buenas tardes, cómo estás y tener una sonrisa, así tengamos miles de problemas, es importante”.

Hizo su arribo al cargo, ataviada con todo ese capital simbólico: su sonrisa, su talento, su pasión y unos deseos infinitos de generar transformaciones en pro de la cultura de su departamento.

Su misión, encomendada por el Gobernador Franco Ovalle Angarita era “modernizar la biblioteca, que todos los cesarenses vean en ella su segundo hogar y se sienta un aire de estudio y conocimiento”.

Ella sabía muy bien que la mejor ruta para llegar a esa meta y avanzar más allá era la lectura. “Y le dije al Gobernador: Si voy a estar es porque quiero hacer cosas; no quiero estar ahí solo por ganarme el sueldo, sino que al final se diga: Esta vino y dijo que la lectura es importante y dejó libros por todas partes…”.

Sabía, además, que no sería una tarea fácil, ya que se enfrentaba a una entidad en la que faltaba mucho por hacer. “Entonces dije ¿qué tengo que hacer?: Irme a los que realmente me pueden apoyar y me fui al Ministerio de Cultura”. Allá permaneció una semana, teniendo audiencias en las distintas direcciones, conversando con los directores, “diciéndoles aquí está el Cesar; a mí me acaban de nombrar como directora de la Biblioteca, yo quiero hacer esto y esto”. Y ellos la brindaron su respaldo.

Así emprendió su trabajo, con jornadas extendidas, con una inspiración ‘a mil’ que la asaltaba en la madrugada con ideas que ella plasmaba de inmediato en una libretica de apuntes que ‘duerme’ en su mesa de noche.

La idea predominante de su trabajo siempre se ha cimentado en el verbo Leer. “Con eso llegué yo aquí; con que lo importante es leer y que la Biblioteca no sea uno de esos sitios grises, exclusivos para el buen estudiante o para el nerd, sino que las bibliotecas son centros democráticos incluyentes, donde puede entrar todo el mundo, donde la persona se sienta que está es su casa, que puede tener el libro que no puede comprar; que no sé por qué los libros son tan caros en este país. Los libros en un país donde la gente no lee deberían ser gratis”.

Es por eso que se le ha visto recorriendo el departamento de punta a punta, incentivando eso: la lectura, con un énfasis especial en los niños. “Yo acá en la sala infantil les presto mucha atención porque el bichito se les tiene que meter desde chiquiticos. La sala infantil para mí es como mi consentida porque si de ellos saco dos o tres niños a los que les quede ese amor por la lectura, me voy a dar por bien servida”.

Ha sido ese tipo de trabajo denodado, sumado a otros similares en el país, que han arrojado resultados que muestran a niños leyendo más que los adultos y adolescentes. Según medición publicada recientemente el Periódico El Tiempo, los niños de 5 a 8 años están leyendo 3.2 libros, que era la meta a la que quería llegar el Ministerio de Cultura, a través de la estrategia Leer es mi cuento.

Los resultados se están viendo y el empuje de la directora con su equipo de trabajo está dando frutos; no obstante ella sabe que aún falta mucho por hacer. “Yo quisiera decir que la Biblioteca está al ciento por ciento, pero no es así; yo quiero que sea más de lo que es ahora, quiero que tenga todas sus salas con lo último en tecnología, en libros, en trabajo, y en eso estoy trabajando”.

Fue ese dinamismo que se respira en la Biblioteca y que libera María Victoria Celedón Simón, los que la ubicaron como líder del comité de celebración del aniversario del Cesar, que hubo foros temáticos en varias ciudades; encuentro de escritores; la feria Expocesar, con representaciones de la identidad cultural, gastronómica, agrícola, económica y el valor identitario de todos los municipios. Hubo concurso de cuento, poesía, cuento infantil; un espectáculo aéreo llamado El Cesar vuela, con cometas por cada municipio y con los anhelos del gobierno para el Cesar. Misa solemne, inauguraciones de obras, evento folclórico con niños talentos de los municipios; homenaje a los exgobernadores y una serenata memorable de los 50 años del Cesar.

Han sido dos años al frente de la Biblioteca. Uno (2016) dedicado a ‘organizar la casa’; otro (2017) entregado a fortalecer la Red de bibliotecas públicas del Cesar, “que también tienen muchas carencias, necesitaban computadores, tablets, mesas infantiles, que se les está llevando. No se alcanzó a todas, pero sí a muchas”. Faltan dos años (2018 y 2019) de este periodo de gobierno y “si Dios me tiene acá, serán para fortalecer todo ese proceso y esos sueños que quiero dejar cristalizados en la Biblioteca y en el Cesar”, precisa.

Y añade: “Yo no me quisiera ir de aquí sin dejar el museo que quiero, el museo interactivo que es mi sueño dejarlo al Cesar. El proyecto ya está listo, pero falta un empujoncito”.

Es una mujer feliz, una profesional satisfecha con lo que ha logrado. “Quiero hacer las cosas bien y lo haré hasta que Dios mantenga aquí. Yo soy una mujer apasionada. Entonces quiero con locura, las cosas las hago con locura y eso le inculco a mi equipo de trabajo: Hagamos las cosas con pasión. Que se sienta el amor”.

Y ese amor se siente en todo el Cesar.