- María Ruth Mosquera @sherowiya
Honores para dos artesanos de las letras: Mary Daza y José Atuesta
Cuando llegaba a la casa en las noches, cansada, después de haber traducido en notas periodísticas las realidades del Cesar, seguía escribiendo, esta vez las cosas que la atravesaban a ella por dentro, en una práctica nocturna que le servía de para hacer catarsis y tomar nuevos bríos para levantarse al día siguiente y continuar. Escribía notas, poemas y cuentos que luego rompía porque en ese momento, años 80, no se había dimensionado que sus letras y su voz agenciarían la autoridad literaria que hoy es.
Escribía y destruía. Hasta que un día decidió dejar vivir uno de sus poemas, tal vez porque así estaba escrito en el libro de su vida, para el rol de protagonista que a partir de allí desempeñaría. Así se titulaba: 'Si lo hubieras dejado vivir', un cuento que tocaba el tema del aborto, que en aquellos tiempos poco se le permitía subir a los escenarios sociales o de conversación. Fue por eso que sintió temor al inscribirlo en el primer concurso departamental de literatura, en cuyos registros quedó su nombre: Mary Daza Orozco, como la ganadora que abrió el camino para los que vinieron después.
Ese momento de su historia fue trascendental, no solo por las realidades y certezas que se le erguían en frente, ni por aquellas palabras premonitorias que le dijo ‘La Cacica’ – Consuelo Araujo Noguera, cuando le entregaron el galardón, sobre la excelsa novelista que sería, sino también porque allí estaba el ganador en la categoría de novela: un maestro, decimero, compositor y escritor mariangolero, llamado José Atuesta Mindiola; ese día se conocieron, se admiraron, se respetaron y entrelazaron tácitamente unos sueños literarios que luego fueron cobrando vida a través de sus producciones literarias.
La noche de este miércoles 24 de agosto se encontraron de nuevo en uno de los tantos recodos de su universo de letras, metáforas y poesía; no siendo entonces ellos los actores del proceso creativo, sino los receptores del cariño y la gratitud de una multitud, expresados en el homenaje que les rinde el Tercer Encuentro Departamental de Escritores en el Cesar.
Estaban sentados uno frente al otro, escuchándose en voces de otros, en discursos enriquecidos con los nombres de sus obras. Ella, con un vestido del color del corazón de las guayabas cuando están maduras y con boleritos frontales; él, de gris y lino blanco. Guardaban silencio mientras Darío Leguízamo, presentador del evento, leía fragmentos de letras escritas por destacados personajes, de las cuales ellos eran las musas; escucharon cómo los asistentes se enteraban que sus libros, ‘Los muertos no se cuentan así’, ‘Cuando cante el cuervo azul’, ‘Beliza, tu pelo tiene’ y otras de Mary; o ‘Epifanía de la memoria’, ‘Metáforas de los árboles’, ‘Dulce arena del musengue’ y muchos más de José, hacen parte de los más de los 95.000 títulos que están disponibles para los amantes de la literatura en Valledupar, y siete mil más en cada municipio del Cesar, a los que pueden acceder en modalidad de préstamo, en forma gratuita, dando con ello razón al emblemático Jesús Martín Barbero cuando sentenció que las bibliotecas son el fenómeno culturales más importante en Latinoamérica.
Y es que los dos personajes homenajeados son referentes obligados al momento de hablar del arte de escribir y poetizar dentro y fuera de las fronteras del Cesar. En ese sentido habló Jazmín Rocío García - directora de la Biblioteca Pública Departamental ‘Rafael Carrillo Lúquez’, cuyo auditorio fue sede del homenaje - quien resaltó la histórica importancia de la información para que las personas puedan alcanzar la libertad, así como de la pertinencia de hacer este tipo de homenajes para saldar la deuda permanente con los hacedores de cultura, en este caso de literatura.
De manera similar se pronunció el secretario de cultura y turismo del Cesar, Iván Murgas Vallejo, quien evocó los tiempos de su infancia, nutrida por las obras de los dos personajes a los que ahora, como actor de la cultura, tiene la oportunidad de homenajear, en parte como una retribución simbólica por entregarle tanto a este territorio.
Fue bello ver, honrar y aplaudir a estos dos escritores excelsos, artesanos de las letras, nutriólogos de tantas almas, recibiendo un poco de los honores que merecen. Desde la organización del Tercer Encuentro Departamental de Escritores del Cesar les fueron entregadas notas de estilo en la categoría ‘José Francisco Socarrás’, resaltando que sus letras han sido en vehículo por medio del cual se ha narrado el departamento, con sus dolores, sus sueños y sus esperanzas.
Corazones abiertos
Entonces llegó el momento para que los dos homenajeados tomaran la palabra; visiblemente conmovidos, hablaron de sus vidas conectadas por la literatura, del trasegar por los senderos de las letras, desde aquel 1986, cuando se conocieron en el podio del primer concurso departamental de literatura.
José Atuesta llevaba en sus manos un pergamino que sostuvo enrollado mientras verbalizaba la felicidad tenía en el alma y el corazón, dentro del cual la fiesta de había convertido en un mar inmenso. Agradeció a su familia, sus amigos, sus estudiantes y compañeros de arte, que durante todos estos años le han ayudado a ser lo que hoy es. Ofrendó su gratitud a sus compañeros del Grupo Literario ‘Alfarero’, evocando a aquellos que ya no están, como Luis Mizar, Lolita Acosta, y también celebrando la vida de los que aún permanecen, entre ellos Mary Daza, por supuesto.
Para terminar sus palabras, Atuesta Mindiola desplegó el pergamino en el que traía impresas unas décimas en honor a su colega y amiga Mary Daza, ilustradas con una foto de ella; las recitó con evidente emoción, aunque tal vez no tanta como la que se percibía en Mary, quien tomó y guardó en su corazón estas distinciones y agradeció con un abrazo la pieza literaria creada en su honor. Del escenario descendieron entre aplausos - nunca suficientes si se trata de exaltar su obra - y con la inspiración florecida y urgida de seguir escribiendo.
Al cierre, recital poético
En el epílogo del evento, subieron al escenario cuatro poetas: Wilfrido Rodríguez Orozco, Jasmine Cecilia Padilla, William Jiménez y Juan Camilo Lee Penagos, invitados para el gran recital de cierre de la jornada del día, pero no del encuentro de escritores, que continúa con su programación en varios municipios del Cesar, para cerrar el 26 de agosto, con el homenaje que un colectivo de actores, lectores y creadores de teatro tributarán a William Morón Müegues, con la presencia de Claudet Díaz Zuleta y Naudith Rodríguez Moreno, como invitadas, que también tendrá un recital poético, a cargo de Pedro Olivella Solano, Ela Cuavas, José Atuesta Mendiola y Luis Alberto Murgas.
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