La partería, saber ancestral, de paso en Valledupar

La partería es una práctica ancestral de herencia africana, que se ha utilizado durante años en regiones como el pacífico colombiano y zonas rurales del caribe. Sus protagonistas son las comadronas, curanderas y parteras, que han ido pasando el legado de generación a generación, muchas veces en el mismo árbol genealógico. Esta práctica ha trascendido tanto, que logró en el año 2016, la declaratoria por parte del Ministerio de Cultura como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
Para estas mujeres, con cada parto se escribe una historia de vida, única e irrepetible, que conlleva su cuota de complicación, cuidados diferentes, riesgo de muerte en madre y/o criatura, que dependen de las condiciones físicas, estado de salud de ambos, lo mismo que las dificultades de clima o localización donde se realiza la actividad.
Jovina Moreno, una matrona de 67 años, asegura qué desde que era una niña, veía a su abuela y posteriormente a su mamá ejercer el oficio qué ella heredó y enseño a su hija y nieta. Pese a que el fin es el mismo, traer al mundo un bebe sano y preservar la vida de la madre, las formas y curaciones son distintas; la partería tiene la particularidad que el complemento medicinal son plantas y productos de uso natural, tanto para el pre y el post, como para los cuidados y crecimiento de las criaturas o proteger a las madres de infección o maleficios.
“Una coge el hígado de un pescado que se llama raya, lo echa en aguardiente y lo deja por varios días, hasta que se convierte en aceite, con eso se frota a la embarazada en todo el dorso, abdomen y espalada, y se da a tomar una cucharada; con eso el proceso de dilatación es mucho más rápido y facilita el parto”, sostiene Jovina.
Curaciones y Agüeros
Igual que Jovina, cada partera tiene prácticas y cuidados diferentes para realizar el oficio, en lo que sí coinciden es en utilizar diferentes plantas como medicina; estas son utilizadas para sobijos, baños, tomas y demás cuidados, son plantas de uso común como. La miel, la hoja de gallito, el anamú, la limonaria, la hoja de caimito, el mataratón, el limón, el agua con azúcar bien melada, entre otras, hacen parte de las fórmulas de estas mujeres.
Son muy usados también en estas prácticas, los agüeros y mitos que hacen parte de la cultura y las creencias tradicionales, las complicaciones a la hora del parto, predicen ella, indica la inclinación de la persona. “Los partos más complicados son cuando los bebes vienen de píe y una no sabe si va a abrir los brazos; eso significa que le va a ir muy bien en la vida. Otra cosa es qué cuando el cordón umbilical viene enrollado, se cree que va a ir a prisión. Lo que sí está prohibido en trabajo de parto es tener miedo o estar nerviosa”; y continúa Jovina; “para prevenir el dolor se prepara “la tomaseca”, es lo que hoy llaman analgésico, se hace con aguardiente, semillas y plantas”. Pocas veces las parteras reciben un pago por su labor, pero el amor por salvaguardar la tradición y la vocación de servicio las motiva a seguir entusiasmadas haciendo la tarea.
Ventajas de nacer con parteras
Aunque la ciencia no ha establecido las ventajas o desventajas de un ser que viene al mundo a través de una partera, con relación a otros métodos convencionales avanzados, sí están convencidas estas matronas de las positivas afectaciones de amor y ternura hacia la madre y la sociedad.
“Siempre hemos notado que las personas que vienen al mundo por una partera, se desarrollan con más afecto y respeto hacia la sociedad, hacia sus padres y respeto a los mayores, no quiere decir que los de partos convencionales o cesárea no lo sean y como todo, hay buenos y malos en todos lados”; dijo además que “también son más amantes de la naturaleza, del campo y del entorno donde fue sembrado su ombligo”.
Exposición y conferencia en Valledupar
La Red Cultural del Banco de la República ha realizado algunas réplicas de la exposición ‘Partería, saber ancestral y práctica viva’, en algunas ciudades del país, homenajeando con ello la labor de estas mujeres que han ayudado a tantas otras a traer a sus hijos e hijas al mundo y así exaltar esa tradicional práctica del mundo afro del pacífico colombiano, que además, ayudará al enriquecimiento y compartir de saberes a otras comunidades con resultados productivos para tejer relaciones de hermandad.
En esta oportunidad, la exposición llega a Valledupar este 03 de marzo de 2022 y estará abierta al público hasta el 11 de marzo, en horario de 10:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde y estará guiada, durante los nueve días que permanece en sala, por el artista plástico Jorge Serrano; la entrada será libre a la sala múltiple de la Biblioteca del Banco de la República. Para profundizar en estos saberes, se ha organizado igualmente una conferencia que es llevará a cabo de forma virtual el día 10 del mismo mes con el ponente Hugo Portela.
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