‘Representaciones sociales de género en las líricas vallenatas’
El mundo conocerá en las 230 páginas de un escrito literario que recorre cuatro instantes sociales de la composición vallenata; información extractada sociológicamente de más de 213 canciones, con las cuales el lector podrá abordar un recorrido por diferentes épocas. El punto de partida es aquel vallenato campesino de juglaría; posteriormente, empalma con un periodo lírico, limpio, estético, en el cual el compositor es un trovador de versos; posterior a éste, llega al periodo del vallenato urbano, cargado de sensibilidad, y aterriza de forma estrepitosa en una nueva ola de irrespeto hacia la mujer, enfrentamientos y maltratos, con canciones cuyas letras muestran a una mujer que “se bebe dos y tres botellas la muchacha y no se emborracha”, a la que “le gusta beber y beber hasta amanecida”, a la que “le dicen la coca colita a la mujer… pero de que la destapo, la destapo”, la que “espero nunca salgas del basurero en el que en mí ahora duermes”.
El libro ‘Representaciones sociales de género en las líricas vallenatas’, de la autoría de Abel Medina Sierra, docente de ‘vallenatología’ del programa de licenciatura en música de la Universidad de La Guajira, será presentado virtualmente este viernes 22 de enero, a partir de las siete de la noche, a través del Facebook live del Fondo Mixto de Cultura de La Guajira, en una conexión libre y apta para todo público.
En la obra se muestra el resultado de un estudio de estos cuatro tiempos en la composición vallenata, analizados desde la teoría sociológica y epistemológica de las representaciones sociales, que trata de hacer un recorrido sobre los imaginarios y estereotipos que los autores han tenido de las mujeres y éstas sobre el hombre, en diferentes periodos de la música vallenata. Responde su contenido literario a la pregunta, ¿es machista el vallenato?, cuya respuesta puede generar tanta polémica en el universo vallenato, ante la poca presencia femenina en el andamiaje de los escenarios; pues es éste, según Medina Sierra, “el libro más académico que he publicado sobre música vallenata”.
En cada tiempo analizado por el escritor, se idealiza la mujer perfecta, según los autores que componían en dicha época, con características particulares, el imaginario, en el periodo del vallenato campesino de juglaría, era una mujer sumisa, conforme, hogareña y fiel, que era capaz de enamorar y convivir armónicamente con su hombre; un ejemplo de ello es la obra ‘Mujer Conforme’ de la autoría de Máximo Movil, interpretada por Jorge Oñate.
“Te daré una vida sabrosa/tu felicidad será doble/porque la mujer conforme/se merece muchas cosas”.
Posterior a este, llega un periodo de vallenato lírico, romántico; el hombre asume un papel de galán y trovador; la mujer es su reina, musa, compañera, amante y amiga. Al pretenderla, lo hace con versos bonitos, con lírica y poesía; por ejemplo, ‘Cuándo decidas’, de la autoría de Rafael Manjarrez, interpretada por El Binomio de Oro, dice:
“Cuando decidas, el día que a bien lo tengas
tómate el tiempo que te parezca bien
Cuándo hay más lucha y en este caso espera
más meritorio el triunfo debe ser,
Más claramente yo quiero que comprendas
que solo impera, negra, tu decisión
y que yo puedo ser tu enamorado eterno
aunque te comprometas, hasta no quererlo
y si jamás me aceptas, pues tu amigo soy”.
El tercer periodo de este análisis literario es el del vallenato urbano, cargado de sensibilidad, en el que el hombre asume una posición de arrodillarse, “si me dejas, puedo morir”; es decir, la conquista se da con ruego e insistencia, “Qué hago si te pierdo”, “Vuelve conmigo”. El despecho cobra un papel protagónico y la felicidad del compositor solo depende de lograr la conquista y tenerla. En “Vuelve a Mi”, de la autoría de Omar Geles, interpretada por Iván Villazón, se escucha:
“Y fue verte, en otros brazos
quise morirme, la impotencia se tomó mi ser.
Eso fue horrible, no lo esperaba
Jamás pensé que verte así tanto me iba a doler”.
Lo contradictorio de lo moderno
El periodo actual, y hasta ahora el último, cambió de ras ese imaginario. La modernización excesiva lo absorbió y se auto crearon nuevas mezclas, con nuevos sonidos; una ola que devastó lo construido e incluyó temáticas como ‘la chacha’, ‘la yuca y la taja’, entre muchas otras. Distando de lo anterior, las nuevas composiciones muestran una mujer mancillada, ultrajada y lastimada, que en su afán de frenar la burla también es lanzada a pasarla sabroso, a que la llamen borracha y a tener aventuras pasajeras, como las describen los compositores en ‘Sabroso’, ‘la llamada clandestina’ o “me metiste en tu viaje’; “La Espelucá, tema de Daniel Salinas, interpretado por el grupo Kvrass, dice:
“Querías tenerme como un tonto
porque tu pensamiento era otro
Era rumbiá, fiestá y más nada
Así que, bebe muchacha loca
Si te provoca acaba con el ron del valle, en la calle
pero te aclaro y que quede claro
yo no voy a morir por nadie”.
Contradictoriamente a lo expresado en algunos cantos, los hombres para formar una relación buscan mujeres hogareñas, sinceras, sumisas y que no sean celosas, que acepten la condición del hombre bebedor, que se ‘echa su canita al aire’ y tolere lo mujeriego o parrandero. ‘Dónde está esa mujer’, de Fabián Corrales, expresa:
“Dónde está esa mujer, yo la quisiera ver
que hizo primaria y bachillerato,
que después muy lejos la mandaron,
porque doctora tiene que ser
que tiene que volver, porque no se olvidó
de ese novio que quedo en silencio,
que la espera porque su consuelo
que ella es seria su único amor
Dónde está pa’ darle serenata,
Con canciones de Poncho y de Rafa,
esperar que me va a contestar.
Al compás de un buen trio de guitarra
porque hoy esos cantos que graban
ya no sirven para conquistar.
Y a mí me gustan hacendosas como mi mamá
se levantaba tempranito a buscá que hacé
Ordenaba un buen desayuno y se ponía a limpia
y a mi papá llevaba al cuarto su taza e´ café
Y conectaba una manguera y se ponía a regá,
porque en el patio había un jardín que quería embellecer.
Ay machistas dirán algunos, así es como yo las amo
pero hoy es una fortuna que alguien te amé y no halla engaño.
Bodas de plata, bodas de oro; el matrimonio duraba
Hoy son más lindas también, te casas, pero después se separan,
Ay, pero después ya no hay nada”.
Además de estos cuatro periodos, la obra contiene un capítulo especial que refleja el pensamiento de la mujer hacia su ideario masculino, partiendo de las inspiraciones de las pocas mujeres compositoras reconocidas.
“La idea de hacer un estudio desde el punto de vista sociológico a 213 composiciones vallenatas nació en el año 2006 durante un foro que realizaba la Fundación Festival de la leyenda Vallenata; una señora hizo la pregunta, ¿si el vallenato era machista? y me quedó la inquietud, porque realmente no estamos seguros que el vallenato sea machista. Con la emergencia de los grupos femenino, el tema está sobre la mesa. Decidí hacer una investigación, tomando como herramienta letras de las canciones ubicándolas en cuatro periodos”, expresó Medina Sierra.
Quien es Abel Medina Sierra
Abel Antonio Medina Sierra es oriundo del municipio de Maicao, en La Guajira. Tiene estudios de antropología social y cultural y es docente de vallenatología, en el programa de Licenciatura en Música de la Universidad de La Guajira. Escritor, con 23 libros publicados, nueve de ellos con temática de la música popular vallenata; dirige la revista especializada en vallenato ‘La gota fría’; Es coordinador de la franja académica del Festival Francisco el hombre; tiene dos premios departamentales de investigación cultural, uno de creación literaria, y ganó en el 2012, el premio a mejor ensayo sobre música vallenata en el Encuentro Nacional de investigadores de música vallenata de la Universidad Popular del Cesar.
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