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María Ruth Mosquera @sherowiya

Hora cero: Comienza el festival de las mujeres


Acordeonera Kmi Mahecha

En su equipaje traen faldas, blusas, vestidos, aretes, collares, labiales, pestañinas y, por supuesto, acordeones, cajas, guacharacas, guitarras, bajos, tumbadoras, muchos otros instrumentos, y la letra de algún canto. No obstante, hay otros elementos aún más primordiales y comunes a todas las viajeras y anfitrionas; el talento, la fuerza y belleza del arte creativo femenino, la decisión de ser y hacer aquello que les dicta su intuición, que repercute en su pasión y les pone a vibrar los cimientos más hondos de su ser; tienen en común el deseo inmenso del encuentro, del momento en que el reloj marque la hora y se abra el telón para el anhelado Encuentro Vallenato Femenino, el festival de ellas, las mujeres.


Hay mucha adrenalina recorriéndolas y no es para menos, pues lo que este viernes llega es la Hora Cero de un conteo regresivo que para muchas comenzó desde el año pasado cuando experimentaron la energía de la reunión de su género vibrando en la misma frecuencia; pero para muchas otras empezó hace tres años cuando se dio el primer Evafe (Encuentro Vallenato Femenino) y ellas, desde sus lugares, distintos y distantes, soñaron con algún día ser una de esas mujeres que llegan a Valledupar y se suben a la tarima, con cabelleras largas, labios rojos, impecablemente femeninas, a practicar el deporte extremo de tocar o cantar vallenato en tacones.


Pero los que laten a mil no son solo los corazones de las mujeres participantes en el Evafe, pues Sandra Arregocés, Hernando Kuki Riaño y todo el equipo organizador llevan varias noches soñando mucho y durmiendo poco; atareados con los preparativos para que todo salga perfecto, porque ese, el buen augurio; es premisa y promesa; la una por la apoteósica respuesta que han tenido en las inscripciones, las eliminatorias que hicieron por todo el país, el sudor que cada uno ha dejado en los detalles; la otra porque es el juramento tácito que cada uno se ha hecho de darle a las mujeres un festival que dignifique su derecho a ejercer el vallenato.


Y ¿cómo no entregarse en cuerpo y alma a la preparación de un encuentro que resulta ser un tiempo sublime para las mujeres, un espacio para enriquecer su arte, tejer cofradías y pintarlas con los matices de la sororidad y el afecto; un ambiente para conocerse y reconocerse como mujeres cantando, tocando o componiendo eso que a muchas se les había dicho que era cosa de hombres; teniendo de una vez por todas la posibilidad se ser ellas en tarima; de no tener que recurrir a atuendos masculinos como una gorra de medio lado, maquillaje descartado y movimientos que se alejan de la sutileza natural femenina, pero que las acercaban a la apariencia de los que culturalmente eran ‘los dueños del género musical’. Cómo no poner todo el empeño si ellas se lo merecen?


Sandra Arregocés - quien junto con su esposo, coequipero de la vida y los sueños, Kuki Riaño, lideran la Fundación Decuplum, entidad organizadora de este y otros eventos conexos- dice que si bien el Evafe es un evento con concursos, al que las mujeres vienen y muestran lo que están haciendo a nivel creativo y musical, “esto les ha cambiado la vida. Ya piensa diferente, quieren verse más lindas en tarima; piensan en la ropa que se van a poner, en el maquillaje…” y añade que uno delos aspectos que tiene en cuenta el jurado a la hora de calificar es la feminidad en el escenario. “No sólo como se paran; es la forma como se expresan, practicando el deporte extremo que es tocar vallenato en tacones”.


Entre las participantes del Evafe este año, que bien pueden venir de Punta Gallinas en La Guajira como de Leticia en el Amazonas, pero también de México, Panamá, Venezuela y Ecuador, se encuentra una diversidad de historias de vida que engrandecen aún más su empeño por practicar su arte; hay amas de casa, madres cabeza de hogar, algunas que han dejado las armas para abrazar un instrumento, jovencitas de muy bajos recursos que traen acordeones prestados o alquilados, aprendices de todas las edades que apenas dan los primeros pinitos con el acordeón, tocando una o dos canciones, pero que anhelaban participar y podrán hacerlo en una categoría especial para ellas. “A todas les vemos el amor y la felicidad porque van a venir al Evafe y van ver otras mujeres”, cuenta Sandra Arregocés.


Más allá de las edades de este grupo de féminas, ellas están viviendo una era distinta del vallenato femenino, ya que muy pocas de las que las antecedieron tuvieron la fortuna de tener un espacio que sintieran tan suyo y que les ha abierto las puertas para ir por el mundo con la un vestido ajustado, los labios bien pintados, su acordeón bien sujetado en su pecho y el orgullo de ser libres protagonistas de su pasión musical. “De tres años para acá las cosas han cambiado en el vallenato femenino. No la conocían, pero ellas estaban ahí; yo fui una de las damnificadas de eso. Ahora en las parrillas de programación están las fotos de las mujeres grandes en los anuncios y alrededor de ellas los demás artistas”, dice Sandra, quien lleva toda su vida cantando vallenatos y ahora –además- despeja caminos para que los transiten otras con la misma pasión que ella.


La búsqueda

El Encuentro Vallenato Femenino es el fruto de una búsqueda incesante que emprendió esta pareja de esposos. La idea inicial era hacer un inventario de mujeres que hacen vallenato, porque veían cómo había como decaído la expresión desde lo femenino de este género. “Ya no se hablaba de procesos, muchas de ellas migraron a cantar otros géneros como baladas, boleros, rancheras, música cubana o jazz”, explicó Kuki Riaño. Así que se dieron a la tarea se buscar en redes sociales, revistas y periódicos, preguntando, sorteando inconvenientes como la prevención de algunas muy jóvenes a las que contactaban por Internet y desconfiaban por temor a toparse con acosadores o delincuentes cibernéticos, por lo cual la incorporación a esta iniciativa tardaba un poco más.


Al primer corte había inventariado a 70 mujeres que componían, cantaban, tocaban acordeón, caja, guacharaca, guitarra, bajo; en fin, mujeres hacedoras de música vallenata, con las cuales hicieron una exposición fotográfica. Pronto el conteo había crecido a 350 mujeres y hoy la cifra es inmensa de las fémicas sumergidas en esta expresión cultural.


Este trabajo es gestionado desde la Fundación Académica de Música – Decuplum, que nació con el objetivo misional de visibilizar el trabajo de jóvenes artistas, fomentando su profesionalización y circulación. “No era solamente de mujeres, sino para juglares, para jóvenes, pero llego el momento en que nos dimos cuenta que las mujeres han estado opacadas dentro del vallenato, cuando desde los inicios del mismo folclor la mujer ha tenido un papel preponderante no solamente como musas inspiradoras sino como hacedoras dentro del folclor vallenato”, sostiene Riaño.

Diana Burco, acordeonera y cantautora, nominada a los Premios Grammy.

Así realizaron el primer Evafe, sigla que sin proponérselo, terminó teniendo una agradable connotación espiritual, al asociarse a la mujer, representada en Eva y a la Fe: una mujer de fe, como las que llegan este viernes al Parque de la Leyenda Vallenata, sede este año del encuentro.

Los concursos, de Mejor Acordeonera, Compositora, Cantante y Mejor Agrupación en las categorías de infantiles y mayores, tendrán lugar desde las nueve de la mañana en tarimas que se instalarán en las zonas sombreadas del Parque y en las noches habrá espectáculos musicales con invitadas especiales. La inauguración será el viernes, a partir de las siete de la noche, con la ‘Noche de reinas’ que contará con la actuación de la juglaresa Rita Fernández Padilla, quien interpretará el Himno de Valledupar (de su autoría) con la Banda Municipal; la primera dama del municipio, Lisbeth Rosado, quien será la encargada de hacer la oración a través de tres canciones góspel; el Ballet Vallenato; Olguita Martínez, una juez que canta música folclórica; las reinas de los dos certámenes anteriores, entre ellas Lady Salgado, Alma Luz Araújo, Wendy Corzo, Evelyn Gómez (ganadoras del Congo de Oro del Carnaval de Barranquilla), Sheila Tarazona y Diana Burco, actualmente nominada a los Grammy.

Para los días sábado (Noviembre 10) y domingo (Noviembre 11) también habrá espectáculos musicales con agrupaciones internacionales y de otros géneros, así como artistas destacadas del vallenato femenino, entre ellas Carolina Celedón, Jadith Müegues y Karen Lizarazo. Y cerrado el telón del encuentro; comienzan a engendrarse nuevos sueños y nuevos preparativos para volverse a encontrar de nuevo en el Encuentro Vallenato Femenino 2019.

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