Guacoche como ejemplo navideño de común-unidad

No es nuevo el ejemplo de integración comunitaria en Guacoche. Ya en otras ocasiones se les ha visto unirse para hacer actividades colectivas como siembras de árboles y embellecimiento de sus casas con pintura, entre otras iniciativas que ponen de relieve la importancia de la vida en comunidad, en el sentido literal de la palabra: común-unidad.

En esta ocasión, Guacoche presenta el resultado de su más reciente actividad en ‘familia’. Se trata de un árbol de Navidad de siete metros de altura, elaborado con botellas plásticas de diversos tamaños que reciclaron, lavaron y pintaron. El árbol, que fue inaugurado el pasado siete de diciembre y se encuentra en la plaza principal Miro Quiroz, ya es destino de romería de visitantes que llegan hasta este corregimiento del norte de Valledupar para ver la obra y tomarse fotos en el que se está promoviendo como una obra ejemplo de integración en el Cesar y que exalta el espíritu navideño.

Todo comenzó con una idea del joven deportista Doaldis Díaz Cujia, un guacochero que sabe bien que más que vecinos y paisanos, en su pueblo habita una gran familia. “Él me dijo: Tío, ¿por qué no hacemos un árbol de navidad con botellas?”, recuerda Albert Castilla Romero, líder de su comunidad, conocido como ‘El Orgullo de Guacoche’, a quien le pareció genial la idea. Crearon un grupo de WhatsApp llamado ‘Enamórate de Guacoche’ y le pusieron como apellido el slogan ‘Dos cabezas piensan as que una’, con la cual inspiraron una lluvia de ideas en torno al proyecto comunitario.

Por redes sociales y con el ‘voz a voz’ emprendieron la campaña de recolección de botellas. “Los niños fueron fundamentales. Yo me quedaba aterrado de ver a los niñitos recogiendo botellas por todos lados; venezolanos que viven acá se fueron a buscarlas por las sabanas comunales, en barrios de Valledupar, en la Universidad Popular del Cesar nos dieron botellas. Los jóvenes afro también; ellos afro pusieron extensiones de luces y trabajaron de lleno durante todo el proceso”, cuenta Castilla Romero.

Además de los elementos reciclados, hubo algunos aportes económicos que se destinaron a la compra de materiales para la estructura metálica del árbol, elaborada por un experto que buscaron para ello. “Desde barranquilla, Bogotá, de la misma comunidad y hasta desde curazao se reportaron quienes creyeron que sí se podía llevar a cabo la idea”.

Todas las tardes se reunían hombres y mujeres de todas las edades a trabajar en su proyecto. Hacían meriendas comunitarias, contaban chistes y anécdotas, de modo que disfrutaban las jornadas.

“Después de reunir por lo menos mil quinientas botellas procedieron a lavarlas y a organizarla de menor a mayor, para ir dándole forma al árbol navideño que finalmente cuanta con una altura de siete metros. Los niños, junto a sus padres también han sido protagonistas en este proceso, donde se puso de manifiesto el amor por el entorno con el reciclaje, la solidaridad con cada aporte económico y el trabajo en equipo. Los jóvenes afro la dieron toda, y finalmente, aquí está esta obra de arte que contó con el apoyo de toda una comunidad residente en Guacoche y otras partes del país donde se invirtió más de medio millón de pesos, mil trescientas ochenta y dos botellas plásticas el trabajo en equipo de una comunidad que confía en que se dé el valor que merece un trabajo que ya está hecho y que costó trabajo hacerlo, porque cuando se quiere se puede”, expresó ‘El Orgullo de Guacoche’.

Hoy los guacocheros están felices, no solo por la satisfacción de haber logrado el propósito y darle un bonito sentido a la navidad, sino también porque saben que son una familia, que se tienen los unos a los otros, que así como han venido trabajando unidos en otras causas, como elaboraron este árbol, saben que pueden contar con su comunidad para cualquier reto que la vida les ponga enfrente.

¡Feliz Navidad desde y para Guacoche de los Cardones!