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  • Redacción Nicho Cultural

Encuentro intergeneracional de canciones en Guacaó


En la imagen Estela Durán Escalona con su hijo Mario Llanos.

Será un viaje mágico por el inmarcesible universo de los cantos vallenatos, guiado por representantes de ayer y de hoy, que se juntarán bajo el mismo ‘cielo’ para ofrecer un encuentro intergeneracional de ese arte cantado, de esas poesías que dan cuenta de la tradición de este valle, del legado que han ido dejando los grandes trovadores que ya partieron, que mantienen y defienden sus herederos líricos, que alimenta a las nuevas generaciones que dicen sí a la pervivencia de su identidad folclórica.


Rosendo Romero Ospino – ‘El poeta de Villanueva’, Adrián Villamizar Zapata – ‘El Ángel Bohemio’, Estela Durán Escalona, Amia Escalona, Andrés Felipe Calderón y Oscar ‘Pachaca’ Pabón son los protagonistas de la noche de este sábado. El lugar es Guacaó Galería Restobar, que llega a su primer aniversario de estar regalando a sus visitantes la ‘experiencia Guacaó’, repleta de melodías, historias, poesía y sabor.


“Es el primer aniversario de Guacaó y queremos demostrar que muchos artistas jóvenes están casados con el vallenato tradicional y pueden ser en su interpretación tan buenos como los veteranos”, ha dicho Estela Durán Escalona, una de las regentes de esta iniciativa que propende por la promoción de la música vallenata tradicional, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que requiere urgentes medidas de salvaguardia. “Después de un año, estamos logrando que muchos artistas jóvenes quieran mostrarse en este espacio del vallenato tradicional”, agrega Durán Escalona.


Guacaó es una experiencia que se vive en una esquina de Valledupar, Cesar (calle 8 con carrera 14), que guarda la esencia del emblemático compositor Rafael Escalona, pues sus gestores, promotores y protagonistas son sus herederos. Por eso, con el nombre de este lugar, rinden homenaje in memoriam, íntimo a la naturaleza andariega del ausente compositor, quien desaparecía por largos periodos en sus correrías parranderas, generando con ello que echaran de menos sus cantos y cuentos; tal como el ave que no es fácil de encontrar.


Al Guacaó se habría referido el compositor, cuando en su canción Honda Herida, dice “solamente me queda el recuerdo de tu voz, como el ave que canta en la selva y no se ve”.


El profesor y decimero José Atuesta Mindiola escribió hace unos años sobre la leyenda kankuama que habla de este pájaro; debido a su afición por conocer el origen y significado de los nombres. Encontraba que muchos tienen nombre de árboles como La Jagua, Caracolí, Pivijay, pero no encontraba una relación con Guacoche, por lo que se le ocurrió –aclarando que se requiere un estudio semántico- que podría ser la derivación de los pájaros Guacaó y Toche, y que al pronunciarlos se habría dado la contracción Guacoche.La leyenda dice que “el Guacaó es un pájaro extraño del que nadie conoce su real figura y color, no se sabe con exactitud dónde habita, pero inicia su recorrido en tierras planas de Badillo, Patillal y La Junta (que son cercanas a Guacoche) y a medida que va acercándose a la Sierra comienza a pregonar en su canto la suerte y el futuro de la región…”.


Así las cosas, Guacaó Restobar estaría haciendo salvaguardia no solamente del vallenato que se canta, se escucha y se baila, sino de toda esa tradición ancestral de creencias, rituales, gastronomía y construcciones sociales que se iban adoptando en la vida cotidiana de este valle y estas montañas.


Historias como estas, así como las puestas en escena de la Herencia Escalona, conformada por sus sobrinos Santander y Estela Duran Escalona, sus nietos Amia y Mario; como los invitados que semana tras semana llegan a protagonizar tertulias, conversatorios y conciertos; como la exposición de arte en torno a la cultura vallenata que permanece colgada en las paredes del lugar, la amplia carta de preparaciones culinarias y la atención personal de Carlos Llanos Diazgranados, quijote de este lugar y conectado a la Herencia Escalona a través de su esposa Estela y sus hijos Amia, Mario y Lia, se cuentan en la Experiencia Guacaó que podrán disfrutar los visitantes que acompañen el aniversario.










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