Evocaciones de Francisco, el hombre fábula

“Era el mago, rey del fuego, dando vuelo a un acordeón para vencerlo. Ya sin fuerzas, vino el hombre y amasó al revés el Credo en su instrumento; un escudo hecho de fe cubrió su cuerpo y su acordeón, su Tornillo ‘e máquina, venció al infierno”: La balada de Franco (Adrián Villamizar Zapata).

“Hace tiempo, mucho tiempo, cuando la distancia se medía en tabacos; había un hombre taciturno que inundaba el viento solo con su canto. Era el tiempo de farolas, historias de muertos vivos y de espantos; de palomas mensajeras, peregrinas de la guerra en otros campos”. Ese hombre taciturno era Francisco Antonio Moscote Guerra, hijo único de José del Carmen ‘Checame’ Moscote y Ana Julia Guerra, nacido en la población de en Moreno, jurisdicción de Riohacha - La Guajira, el 14 de abril del año 1849, y muerto a sus 104 años en Machobayo, cerca de ahí, en noviembre de 1953, por lo que hoy se cumpliría su natalicio número 170.

No obstante, sobre la fecha de nacimiento de Moscote Guerra existen varias versiones, que a estas alturas resultan imposibles de comprobar por cuanto no existen pruebas físicas que evidencien la fecha exacta de nacimiento, ya tanto su registro de nacimiento como su cédula de ciudadanía se traspapelaron en los devenires del tiempo y los pocos sobrevivientes que lograron conocerlo están hoy ancianos y eran niños cuando él existió.

Entre las fechas se cuentan el 13, 14 y 15 de febrero, según escritos de Consuelo Araujonoguera, periodista e investigadora, creadora del Festival de la Leyenda Vallenata; el 9 de marzo, que es el día de Santa Franciscana, según escrito del investigador Lázaro Diago Julio, miembro de la academia de historia de La Guajira.

Pero independiente de la fecha de nacimiento, hoy queremos evocar a Francisco, el hombre que se hizo leyenda personificando la fábula del triunfo de bien sobre el mal, cuyo nombre es referente obligado en la historia del folclor vallenato, que hoy es patrimonio universal. Lo recordamos con ‘La balada de Franco’, una crónica cantada del poeta cantor Adrián Villamizar - El Ángel Bohemio, quien reconstruyó la leyenda y le puso melodía.

“Y la historia recuerda la vida de aquel hombre que venció con canciones al rey de las tinieblas... Un duelo de acordeones una leyenda eterna”.