Saberes ancestrales de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra, patrimonializados por la Unesco

Ellos fueron los primeros en habitar lo que hoy se conoce como América, una superficie de 42.549.000 kilómetros cuadrados, con una cifra de nativos se calcula entre cien millones y tres millones y medio, según datos históricos. Eran tiempos en los que esta población originaria desarrollaba con libertad ilimitada sus tradiciones, artes, rituales y un sinnúmero de saberes conectados con la naturaleza y lo espiritual que fueron arrasados con la invasión europea, conocida y enseñada hoy en los colegios como conquista, que se abrió paso a engaño y sangre hasta tomar posesión de esta tierra, diezmando a un 90% de esa población nativa.

En este contexto, los saberes que han portado de generación en generación, y que han logrado sobrevivir al avasallamiento de las manifestaciones de la llamada modernidad, desarrollo y progreso, que han significado devastación para ellos, son saberes ancestrales, auténticos patrimonios de la humanidad y con una urgente necesidad de salvaguardia, desde hace cinco siglos.

Es por esto que la inclusión que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - Unesco de estos saberes en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ha sido recibida con un ¡Enhorabuena!, dado lo reivindicatorio de la acción. La declaratoria se centra puntualmente en el sistema de conocimiento ancestral de los pueblos arhuaco, kankuamo, kogui y wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta, que para la Unesco “define las misiones sagradas relativas a la armonía de los cuatro pueblos con el universo físico y espiritual. A través de muchos años de esfuerzo, los hombres (Mamos) y las mujeres (Sagas) adquieren la habilidad y la sensibilidad para comunicarse con las cumbres nevadas, conectar con el conocimiento de los ríos y descifrar los mensajes de la naturaleza”.

Para hacer esta inclusión, la Unesco echa mano de la Ley de Orígenes que, en la Cosmogonía indígena, se encarga de orientar la relación entre las personas, la naturaleza y el universo, abarcando la conservación de los lugares sagrados, los rituales de bautismo, los ritos matrimoniales, las danzas y los cantos tradicionales, así como las retribuciones u ofrendas a los poderes espirituales.

“Esta sabiduría ancestral desempeña un papel fundamental en la protección del ecosistema de Sierra Nevada y en la preservación de la identidad cultural de los cuatro pueblos de la región. Este sistema de conocimiento se transmite de generación en generación mediante la práctica cultural, las actividades comunitarias, el uso de la lengua indígena y la realización de misiones sagradas. El proceso de transmisión incluye la comprensión de las relaciones físicas y espirituales con la madre naturaleza y los lugares sagrados”, ha dicho la Unesco.

Esta declaratoria en favor de la protección de los saberes de cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada se suma a dos más, hechas por la Unesco en años anteriores en relación con grupos indígenas en Colombia, con manifestaciones inscritas en las listas representativas de patrimonios inmateriales de la humanidad:

Conocimientos tradicionales de los chamanes jaguares de Yuruparí: que constituyen el patrimonio de numerosos grupos étnicos asentados a orillas del río Pirá Paraná, en Vaupés, con rituales incluyen canciones y danzas asociados a procesos de curación. “Según la sabiduría ancestral, el Pirá Paraná es el centro de un vasto espacio denominado el territorio de los jaguares de Yuruparí, cuyos sitios sagrados encierran una energía espiritual vital que nutre a todos los seres vivientes del mundo. Los chamanes jaguares siguen un calendario de rituales ceremoniales, basados en sus conocimientos sagrados tradicionales, con miras a agrupar a la comunidad, curar a las personas, prevenir las enfermedades y revitalizar la naturaleza”, expresa la Unesco.

Sistema normativo wayuus, aplicado por el palabrero - (pütchipü’üi): Para la comunidad wayuu, asentada en la península de La Guajira, entre Colombia y Venezuela, el sistema normativo comprende un conjunto de principios, procedimientos y ritos que rigen la conducta social y espiritual; es aplicado a través de los palabreros, que son las autoridades morales autóctonas, experimentados en la solución de conflictos y desavenencias entre los clanes matrilineales de los wayuu; todo, a la luz de los principios de reparación y compensación. En este sistema de compensación, se tienen en cuenta los símbolos, representados esencialmente por la oferta de collares confeccionados con piedras preciosas o el sacrificio de vacas, ovejas y cabras; los casos de crímenes graves se tramitan por medio de ceremonias especiales, con presencia de las familias en conflicto para restablecer la armonía social mediante la reconciliación.

Algunas reacciones

Tras el pronunciamiento de la Unesco sobre la patrimonialización de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada: Kogui, Wiwa, Arhuaco y Kankuamo, dado a conocer este martes 29 de noviembre, en el marco de la sesión número 17 del Comité Intergubernamental de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, que estará reunido en Marruecos hasta el dos de diciembre, se conocieron reacciones y pronunciamientos en Colombia y, puntualmente, entre los pueblos indígenas relacionados.

“Hoy la Unesco reconoce los Conocimientos Ancestrales de la Sierra Nevada. El Ministerio de las Artes, las Culturas y los Saberes reconoce a estas cuatro comunidades como maestros y maestras de la naturaleza y el agua. Ellos nos están enseñando a nosotros sus hermanos menores una nueva relación de sabiduría con el agua, la naturaleza, la tierra y también con los seres humanos. Desde aquí, desde Bogotá, saludo a los cuatro pueblos de la Sierra Nevada que se encuentran en este momento en Marruecos donde se está haciendo la declaración universal de reconocimiento a los saberes de estos cuatro pueblos. Ustedes estimados compatriotas, compañeros, amigos de los cuatro pueblos, hombres y mujeres nos están enseñando a respetar el agua, nos están enseñando una espiritualidad como la llaman ustedes necesaria para cambiar el mundo y las relaciones humanas con la naturaleza. Gracias por lo que son”: Patricia Ariza, ministra de Cultura.

“Esencialmente, estos conocimientos enraizados en el conocimiento del universo, en el conocimiento de la tierra, en el reconocimiento del otro, aunque sea distinto, ese espíritu de ese ser del conocimiento que tenemos que se convierte en cultura, en identidad es el fondo realmente de nuestra forma de ser”: Leonor Zalabata, indígena arhuaca, embajadora Representante Permanente de Colombia ante la ONU.

“Los Pueblos Kogi, Aruhaco, Wiwa y Kankuamo desde la Ley de Origen tenemos el legado de cuidar el corazón del mundo y la vida en el universo. Nuestro principio de unidad espiritual con la naturaleza, los seres que equilibran la vida, protegen nuestros sistemas de espacios sagrados y el territorio ancestral. Nuestra responsabilidad es transmitir este conocimiento a las nuevas generaciones. Nuestras autoridades espirituales (mamos) hacen el llamado al mundo a repensar esta relación que conlleve a la paz total con la naturaleza”: Jaime Arias, cabildo Gobernador del pueblo Kankuamo,

“Esta inscripción en la Lista representativa es el resultado de un proceso de 10 años, un proceso participativo integral y de unidad. Integral en términos de patrimonios integrados porque si bien estamos hablando de un sistema de conocimientos tiene un relacionamiento con la defensa del territorio, del patrimonio material y con el patrimonio mueble de objetos sagrados, entonces nos está haciendo un llamado a la integralidad de cultura con natura, de la conservación de la biodiversidad”: Adriana Molano. viceministra (e) de Fomento Regional y Patrimonio.

“Avanzar en el diálogo de saberes, superar los epistemicidios, la violencia y el racismo estructural, es el inicio de la Paz y la reconciliación de la cultura con la #Naturaleza. Una invitación sentida de los Pueblos de la Sierra al Estado a un diálogo intercultural. #1500latidos”: Ati Quigua, Política, activista, consultora y lideresa amerindia.

“¡Celebramos el reconocimiento por parte de la Unesco a nuestro Sistema de conocimiento ancestral de los cuatro pueblos indígenas, arhuaco, kankuamo, kogui y wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta entre las nuevas inscripciones en el Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad! #1500Latidos”, publicó en redes la Confederación Indígena Tayrona.