Siete preguntas para las tres hijas de Rafael Orozco
“Papi, papi, yo quiero que el niño Dios me regale una muñeca/ y otra pa’ Wendy”. Esas fueron las palabras que Kelly Johana dijo al inicio de la canción ‘Navidad’, de la autoría de Rosendo Romero Ospino y grabada por el Binomio de Oro de América.
La niña tenía cuatro años, y ahora que ha pasado el infalible tiempo, ella dice: “Este es uno de los grandes recuerdos que tengo de mi papá y que quedó para la historia. Me llevó al estudio de grabación para que incluyera mi voz, me emociono cuando la escucho, y lo mejor es que se repite cada final de año”.
Han pasado 25 años, y el recuerdo de Rafael José Orozco Maestre nunca se alejó de las vidas de tres mujeres: Kelly, Wendy y Loraine.
A la par con los triunfos del cantante de Becerril, fueron llegando los miembros de la familia, sus tres hijas, quienes eran el más grande adorno de su corazón enamorado de Clara Elena Cabello Sarmiento, a quien en la canción ‘La creciente’, de Hernando Marín, le dedicó un inmortal verso al cual le incluyó su nombre: “Ya llega la mujer que yo más quiero/ por la que me desespero y hasta pierdo la cabeza. Clara!!!”.
Añoranzas con dolor y alegría
En este escenario de añoranzas ha trascurrido la vida de estas tres mujeres. “Después de la muerte de Rafa, mi ‘Papurro Lindo’, como lo llamaba, hemos salido adelante. Kelly es administradora de empresas, Wendy es comunicadora social y Loraine se graduó en negocios internacionales. Dios ha estado de nuestro lado para darnos la fortaleza necesaria”, anota Clara Cabello de Orozco.
En ese momento, atraviesan por su memoria momentos de la vida que tuvo al lado del hombre al que se no ha cansado de adorar, aún en las soledades propias que deja la ausencia del ser amado. Se quedó sola, con el recuerdo de aquel amor que le regaló una tarjeta y una flor, que con el paso del tiempo se marchitó.
Saca de un viejo baúl la tarjeta, y la lee. Pero antes, mira hacia el cielo intentando retroceder el tiempo: “Mi amor, tu eres para mi el aire que respiro, lo más lindo de este mundo. Tu eres todo para mi”.
Estando en esas, se acordó del matrimonio, cuando inauguraron el amor y construyeron sus vidas a través de los detalles que llenaban su entorno de felicidad. Todo sucedió en Barranquilla el viernes cinco de marzo de 1976.
El alimento de la añoranza tiene facetas de dolor y alegría, la materia prima para que Clara y sus hijas nunca lo saquen de sus corazones. “Ella es la mujer más valiente”, recalcan sus hijas, y la tienen en el trono más bello de la vida, porque ha cumplido con el sagrado deber de amarlas, educarlas y enrumbarlas por el mejor de los caminos hacia un futuro mejor.
Kelly, Wendy y Loraine, tres nombres que se repitieron en todos los rincones de la Costa Caribe y, en el interior del país, gracias a los saludos que el artista de Becerril les regaló a sus hijas en las producciones musicales que grabó al lado de Israel Romero.
Entonces, Clara anota que “esta es una de las satisfacciones que tienen ellas, que su padre les demostró su amor hasta el último día de su vida. Eso es muy bello, en cualquier parte me encuentro con personas que me cuentan que sus hijas llevan el nombre de las mías, gracias al cariño que le tenían a su ídolo”.
Las preguntas
Kelly, Wendy y Loraine, por primera vez aceptaron responder preguntas donde dejaron sentado su amor por el inolvidable Rafael Orozco, su amado papá, y lo orgullosas que se sienten de su querida madre Clara Cabello. Es un recorrido donde los puntos cardinales no los encuentra la brújula del destino, porque todo se aloja en sus corazones haciendo posible que el alma llore en silencio y el más bello sentimiento cante de alegría. Dos formas de graficar en sus pensamientos esos momentos que marcaron para siempre sus vidas.
Kelly Johana: “Mi padre era mi mejor amigo”
1.- ¿Qué es lo que más extrañas de Rafael Orozco como papá?
“El pasar tiempo juntos, hablando de nuestros sueños. De sentir el amor de padre y sus consejos”.
2.- Con su mamá, se vieron forzadas a aprender a vivir sin su papá. ¿Cómo fue ese proceso, cómo se fortalecían unas a otras y cómo lograron seguir viviendo?
“Con la ayuda de Dios y mi papá desde el cielo. Para todas al comienzo era tanto el dolor que nunca pensábamos como íbamos a salir adelante. La unión y el amor nos ayudó, el querer seguir adelante para cumplir nuestros sueños y metas en la vida. Mi mamá fue nuestra fortaleza, y para que no sufriéramos, se escondía a llorar”.
3.- ¿Cómo piensas que estaría hoy el universo del vallenato si la voz de Rafael Orozco no se hubiera apagado?
“Tuviera mucho más reconocimiento a nivel mundial. Ese era su sueño. Mi papá murió en el mejor momento de su carrera artística. Su visión para la música era indescriptible”.
4.- ¿La anécdota que más recuerdas, que hayas vivido con tú papá?
“Cuando veíamos partidos de fútbol juntos, hasta las dos de la mañana escondidos de mi mamá, ya que al siguiente día tenía clases. Disfrutaba mucho esos momentos. Mi padre era mi mejor amigo y confidente para todo”.
5.- ¿Cuál es la canción que más recuerdas que cantaba tú papá y por qué?
“‘Solo para ti’. Porque se la dedicó a mi madre y a nosotras, y fue su primera composición”.
6.- ¿Si la vida te permitiera mandarle un mensaje a tú papá, qué le dirías?
“Que lo extraño mucho, que todos los días de mi vida pienso en él y en la falta que nos hace. Que la vida sin él no ha sido fácil. Que fue el mejor padre del mundo, que siempre lo llevaré en mi mente y en mi corazón”.
7.- ¿Crees que las personas que se quieren, volverán a encontrase en la eternidad?
“Si lo creo, y sé que él nos está esperando con los brazos abiertos”.
Wendy: “Siempre fue un artista innovador”
1.- ¿Qué es lo que más extrañas de Rafael Orozco como papá?
“Todo... Mi papá nos consentía mucho. Cuando estaba en casa nos dedicaba el mayor tiempo posible. Todo con él era pechiche y risas. Las tres éramos muy apegadas a mi papá, adoramos a mi mamá, pero cuando mi papá estaba en la casa, todo era con él. Lo acompañábamos a la oficina, a los partidos de fútbol, a cortarse el pelo... Siempre con él”.
2.- Con su mamá, se vieron forzadas a aprender a vivir sin su papá. ¿Cómo fue ese proceso, cómo se fortalecían unas a otras y cómo lograron seguir viviendo?
“Fue muy duro... Y todavía lo es. Uno nunca olvida, sino que aprende a vivir con ese dolor y esa ausencia. Nosotras, siempre hemos sido muy unidas y esa unión nos ha hecho más fuertes. Mi mamá es una mujer con mucha fortaleza, siempre lo he dicho. Nos sacó adelante sola, fuimos y somos su motor, y su amor incondicional ha sido fundamental”.
3.- ¿Cómo piensas que estaría hoy el universo del vallenato si la voz de Rafael Orozco no se hubiera apagado?
“Mi papá siempre fue un artista innovador, que siempre quiso ir un paso adelante. Fue de los primeros que introdujo sonidos nuevos en la música, por lo cual fue criticado por muchos. Soñaba siempre con llevar la música vallenata hasta el último rincón del mundo, y de hecho, estaba comenzando a hacerlo. Creo que hoy estuviera disfrutando de ese ascenso que ha tenido la música vallenata, sin dejar de interpretar esas letras románticas que tanto enamoraban a sus seguidores”.
4.- ¿La anécdota que más recuerdas, que hayas vivido con tú papá?
“Hay tantas... Pero hay dos que nunca olvido. La primera fue cuando terminé quinto de primaria, mi papá y mi mamá fueron por mis notas y obviamente yo sabía que había pasado el año raspando. Cuando llegaron a la casa le pregunté a mi papá: ‘Papi, cómo me fue?’ Y él me respondió, susurrando: ‘Mal, ve a hablar con tú mamá... como que te va hacer repetir el año’; y yo le dije: ‘Papiiii, cómo asiiiii???’. Y me dijo: ‘Ya te dije, habla con tú mamá, yo no sé de eso’. Mi papá siempre fue alcahueta, y mi mamá es la ley…
La segunda fue cuando salió la canción ‘Amor, amor’, que yo la escuchaba todo el día, pero de la manera más intensa. La escuché tanto, que mi papá un día llegó, abrió la puerta de mi cuarto y me dijo: ‘Ya no más! Entrégame el casete!!’. Me lo quitó y me lo decomisó. Me quedó prohibido volverla a poner”.
5.- ¿Cuál es la canción que más recuerdas que cantaba tú papá y por qué?
“De sus canciones recuerdo la época de ‘Miedo al amor’. La cantaba mucho, pero en sus tiempos libres escuchaba de todo y le encantaba la salsa. Se reunía con sus amigos a escuchar esa música. Hay una canción del grupo Niche que se llama ‘Mi pueblo natal’ (Jairo Varela). A él le encantaba, porque recordaba a su querido pueblo Becerril. Cada vez que la escucho me da mucho guayabo”.
6.- ¿Si la vida te permitiera mandarle un mensaje a tú papá, qué le dirías?
“Que lo amo, lo extraño muchísimo y quisiera que estuviera aquí con nosotras”.
7.- ¿Crees que las personas que se quieren, volverán a encontrase en la eternidad?
“Totalmente, y estoy segura que algún día volveré a estar con mi papá”.
Loraine: “Nos merecemos una segunda oportunidad para verlo”
1.- ¿Qué es lo que más extrañas de Rafael Orozco como papá?
“Lo que más extraño es lo mucho que me consentía, y lo alcahueta que era. Siempre complaciéndonos y brindándonos mucho amor”.
2.- Con su mamá, se vieron forzadas a aprender a vivir sin su papá. ¿Cómo fue ese proceso, cómo se fortalecían unas a otras y cómo lograron seguir viviendo?
“Fue muy duro aprender a vivir sin él. En mi caso, con el paso del tiempo cada vez era más duro avanzar, y logré entender que lo perdí a medida que iba creciendo. Por otro lado, ver a mi mamá sumida en la tristeza nos afectaba mucho, pero ella siempre fue y será de admirar. Lo dio todo por nosotras, para que saliéramos adelante como mi papá tanto quería”.
3.- ¿Cómo piensas que estaría hoy el universo del vallenato si la voz de Rafael Orozco no se hubiera apagado?
“Creo que mi papá sería una figura de inspiración para muchos, igual como lo es hoy en día. Hace tanto tiempo que murió y sus canciones siguen escuchándose por todas partes”.
4.- ¿La anécdota que más recuerdas, que hayas vivido con tú papá?
“Muchas... Me gustaba cuando me llevaba a comer helado, pero la más divertida fue un día que lo acompañe a un almuerzo que tenía en ‘Jardines de Confucio’ (restaurante en Barranquilla) con sus amigos. Allá había una fuente, y por andar jugando cerca de ella termine metida ahí con ropa. Mi papá no aguantaba la risa, se divertía mucho conmigo, yo pensé que me iba a regañar y fue todo lo contrario. Celebró ese hecho”.
5.- ¿Cuál es la canción que más recuerdas que cantaba tú papá y por qué?
“La verdad estaba muy chiquita, tengo muchos recuerdos, pero pocos de él cantando sus canciones”.
6.- ¿Si la vida te permitiera mandarle un mensaje a tú papá, qué le dirías?
“Que lo extraño Mucho. Que nunca lo olvido. Que Dios nos lo prestó por poco tiempo”.
7.- ¿Crees que las personas que se quieren, volverán a encontrase en la eternidad?
“Si lo creo, porque nos merecemos una segunda oportunidad para verlo, para abrazarlo y contarle todo desde que se fue para el cielo”.
Rafael, un padre eterno
Kelly, Wendy y Loraine se hicieron la promesa de que cuando alguna tenga un hijo deberá llamarse Rafael, como homenaje al papá tierno, bueno, noble y querido que las premió con el más supremo amor.
Desde aquella noche oscura del 11 de junio de 1992 todo cambió, los recuerdos están detenidos en sus corazones, en distintos puntos de la geografía nacional y, para Clara Elena Cabello, como ayer, le sigue gustando la canción que Rafa le dedicó: ‘Sólo para ti’: “Yo siento que te he querido y te quiero más”. De igual manera, tampoco olvida el primer regalo que le hizo cuando estaban de novios, un osito de peluche que todavía conserva.
Todo ese amor se resume en la lápida de su tumba, ubicada en el camposanto Jardines del Recuerdo, de Barranquilla, donde ella mandó a elaborar la imagen de Rafa cantando micrófono en mano, acompañado de una eterna sonrisa. Además, con la letra original de la canción, tal como la compuso su autor, que en uno de sus apartes dice:
“Lo mejor que me ha pasado en toda mi vida
ha sido tenerte a ti como compañera,
me has dado cosas tan bellas, como mis hijas
que vivo y doy mi vida sólo por ellas”.