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  • Mary Mosquera @mary.mosquera

Las Mercedes y ‘San Pacho’, entre religiosidad, bunde y verbenas


Foto Cortesía.

Entre verbenas, chirimía, religiosidad y bunde trascurren los meses de septiembre y octubre para los chocoanos, esta temporada del año representan el ‘pico’ más alto de los festejos en la región, son prácticamente 25 días de bailes, rezos, comparsas y desfiles terrestres y/o acuáticos de todo tipo: religiosos, musicales, artísticos, deportivos, gastronómicos, artesanales, de peinados, de pesca, etcétera.


Las fiestas patronales de la Virgen de Las Mercedes en el municipio de Istmina, sus corregimientos y veredas, van desde el 11 hasta al 24 de septiembre este año; durante estos 13 días, tanto istmineños como visitantes disfrutaran de una programación variada y para todos los gustos. Mientras que las fiestas del santo patrono de los quibdoseños en homenaje a San Francisco de Asís, ‘San Pacho’ comienzan el 20 de septiembre y finalizan en cinco del mes siguiente.


La Virgen de las Mercedes

Foto Cortesía.

La población de Istmina acogió, como fiesta patronal la celebración en honor a la Virgen de las Mercedes, acontecimiento que nació el siglo pasado y, a la fecha, se ha convertido en un evento de carácter cívico, religioso y cultural, que busca rescatar las tradiciones medievales que, a raíz de los avances tecnológicos, han sido orilladas al recuerdo de la oralidad de los mayores.


Este festejo a la Virgen hace parte de los bienes culturales e inmateriales del pueblo chocoano, en esta actividad se refleja la identidad de un sector de creyentes que lo han adoptado como parte esencial de su costumbre espiritual. Se ha convertido esta fiesta, en una vitrina que oferta al mundo cualquier cantidad de actividades que van, desde las formas y estilos de creación hasta el disfrute de su realización.


Durante los 13 días de festejos, se puede estudiar a fondo la génesis de las tradiciones ancestrales, la construcción poética y melódica de la música del pacifico, la inspiración y forma del trenzado del cabello, los estados motivacionales del teatro callejero, la preparación artística, las decoraciones artesanales de carrosas o balsa acuáticas, la esencia de las verbenas, del bunde, etcétera. Toco recargado de una energía bonita, de color, de piel, se risas y baile.


La integración, el atractivo principal

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Participar en las festividades de la Virgen de las Mercedes, pareciera ser un decreto intrínseco de obligatorio complimiento para quienes nace en los perímetros rurales y urbano del municipio de Istmina. Cada barrio o corregimiento se organizan en grupo representativo de sus comunidades que a la vez, se integran con todos como una sola hermandad. La representatividad de las tres culturas predominantes en esta población rivereña; española, africana y nativa, es claramente observables, en los rasgos característicos de sus gentes, de sus paisajes y de sus construcciones arquitectónicas, y a la vez, alimentadas del mismo júbilo patronal.


El concurso de peinados africanos, es quizás la actividad más llamativa de las fiestas, por lo novedoso y creativo de sus fabricantes. No existe un molde para trenzar el cabello y tampoco una longitud que evite que se haga, lo que sí es garantizado en este oficio, es la precisión del peinado, su diseño perfecto, llamativo, estético y único. Son saberes ancestrales que entre los chocoanos se han propagado de generación en generación.


Contenido cultural y religioso

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Entre las actividades que pueden disfrutar los asistentes, en las más de 300 horas que durará la celebración de las fiestas patronales de la Virgen de las Mercedes en Istmina, están: un concurso de peinados africanos, en el que se premiaran a los tres que resulten seleccionados como los mejores, según calificación de los jurados, en esta modalidad participan diferentes sectores: colegios, entidades estatales, barrios, fundaciones, agremiaciones, entre otros.


Se realizarán varios desfiles o comparsas, uno de ellos embarcaciones o balsas, que decoradas navegaran un tramo del río San Juan, un concurso de disfraces en el cual desfilaran carrozas decoradas con temas alusivos a las actividades tradicionales de los istmineños, habrá show de teatro callejero en los cuales se escenificarán costumbres de la región.


Un desfile de comparsas, que recorrerá las principales calles de la localidad, al igual que los bailes populares o verbenas, en las nativos y visitantes, se abrazan, gritaran y danzaran con júbilo, al compás de agrupaciones de chirimía y de más artistas de la región, un encuentro artesanal con exhibición y venta de artesanías y productos agropecuario que también tendrá su escenario en el puerto por esos días. Lo mejor de la gastronomía chocoana estará presente en las celebraciones con el festival gastronómico y para el día final de las patronales, se realizará una procesión que incluye una misa mayor.


San Francisco de Asís, el santo patrono

Cada año en Quibdó la capital del departamento del Chocó, entre el 20 de septiembre y el 05 de octubre, sus habitantes se impregnan de fiesta, una mezcla entre espiritual y carnavalesco. Es una ciudad que recibe muchos visitantes para esa fecha, dado que la tradición franciscana está bastante arraigada en el país. Según el patrimonio oral que relatan hasta la saciedad los mayores; el 04 de octubre del año 1648, un monje franciscano consagró un templo para venerar todo acontecimiento relacionado con esa cultura religiosa y como primer acto, organizó la primera procesión en canoas, que navegaron un trayecto del río Atrato.


Es así como esta festividad ha venido ampliando el portafolio de actividades que ofrece a los asistentes, por cerca de 300 años de celebración patronal. El 20 de septiembre, los quibdoseños inundan las calles con sonidos, comparsas, danzas y bailes, que se asemejan a un gran carnaval; en medio de este zarandeo humano y concentración de murmullo, el acto protagonista del primer día de fiesta, es una procesión conocida con el nombre de ‘Marchas de fe’ y en el fondo, ahogados en los sonidos de marimba y chirimía, las fervientes oraciones a San Francisco de Asís, santo patrono de Quibdó.


Epicentro de actividades


Son varias las actividades para disfrutar durante la celebración de las fiestas de ‘San Pacho’ en Quibdó y las poblaciones cercanas, en ellas, se congregan todos los estratos sociales para hacer parte activa y disfrutar del evento. El primer día, se realiza una alborada en el parque Centenario, con procesiones que llegan de diferentes rincones de la ciudad.


Allí, se lleva a cabo la eucaristía inaugural, se dará lectura del bando y se dará comienzo al desfile de mitos y leyendas. Entre el 21 de septiembre y el 02 de octubre, 12 barrios participan en los desfile, cada uno tiene su día para ser el anfitrión y organizar el desfile con carrozas, disfraces y comparsas, este, recibe un bastón, que simboliza que está facultado para mantener la tradición patronal, esto se hace entre risas, júbilo, baile, bebidas, comidas y música.


Un día memorable, para los asistentes al desfile de balsas en la rivera del Atrato, es apreciar la fabricación artesanal, tanto de las embarcaciones como de los altares a ‘San Pacho’, impecablemente construidas con materiales reciclables. También, se realizará un desfile de disfraces con participación de un gran número de barrios, los atuendos ha utilizar harán alusión a las princesas africanas, a acontecer ocurridos en el país y a personajes nacionales que son personificados en muñecos que trepan a una carroza para el recorrido.


Durante la realización de este tipo de actividades, cobran relevancia los famosos ‘revolú’ o ‘bunde’, espacio de expresión que invita a gozar la fiesta y se asemeja a un gran nudo humano que, al compás de la música danza. La jornada cierra con un cielo iluminado con luces pirotécnicas. Los 04 de octubre, cuando se conmemora otro año más del fallecimiento de San Francisco de Asís, predominan los actos religiosos en las festividades.


Para esa fecha, 04 de octubre, la ciudad amanece en un silencio sepulcral y calladamente, simulando el duelo, se preparan las procesiones para iniciar el recorrido que, luego de recorrer varias de las avenidas principales de la ciudad, termina en la catedral donde se lleva a cabo una solemne misa. Los atuendos para este día son en honor al santo patrón, es decir franciscanos, la imagen del religioso es adornada con objetos de oro como tributo y símbolo de devoción.

El día final de las fiestas patronales, 05 de octubre, se cierra con otro desfile, ese día, los participantes soltarán las banderas durante el largo trayecto que deben recorrer y, al son de chirimía y explosión de pólvora, la ciudad se despide de las celebraciones. En otros escenarios, tanto públicos como privados, se realizan más actividades que también congregan gran cantidad de público.


Realizan encuentros deportivos, campeonatos en varias disciplinas con equipos que representan corregimientos y/o municipios vecinos, se realizan jornadas culturales, presentaciones musicales, ferias gastronómicas, exhibiciones de artesanías y manualidades, en general el amplio portafolio de actividades para los asistentes a las fiestas de ‘San Pacho’ hacen que cada año quieran estar en la capital chocoana.


En Quibdó se llevan a cabo otro acto extemporáneo a la festividad central, se trata del ‘San Pachito’ es una réplica de la fiesta, esta se realiza en el mes de diciembre y es especial para las colonias chocoanos que viven por fuera y a fin de año van a su tierra. Es por esta forma en los chocoanos se gozan la vida, que la crueldad del conflicto que por años se arraigó en esta región de Colombia no han podido menguar el ánimo y derecho que tiene sus gentes para el deleite efectivo.


Quibdó e Istmina hacen parte de un ‘universo’ de riquezas y carencias

Los municipios de Quibdó e Istmina son la columna vertebral del departamento del Chocó, esa condición, los ubica en ese ‘universo’ de riquezas y carencia que existe en una de las regiones más ricas de Colombia. Quibdó es el municipio capital y uno de los más importantes del pacífico, con una temperatura promedio de 29 grados centígrados, se encuentra a solo 48 metros sobre el nivel del mar; la ciudad está localizada entre la cordillera y el litoral pacífico, con un área de 3.338 km².


El segundo municipio del departamento es Istmina, con un área de más de 2.400 km², con predominio de ruralidad, le da la ventaja de ser una tierra fértil para cultivos. La principal fuente de abono para las cosechas son las constantes lluvias en el territorio; el clima es templado y alcanza temperaturas promedio de 34 grados centígrados, esta 79 metros sobre el nivel del mar.


A estos municipios los separan escasos 75 kilómetros y se conectan vía terrestre, son propietarios de pisos térmicos variados y ambos tienen gran parte de sus territorios en suelos acuáticos y hacen parte de las cuencas de los ríos Atrato y San Juan. Por su transversalidad con los renglones de riqueza que posee el departamento, están incluidos en ese emporio territorial rico en diversidad ecológica, marítima, agrícola, pecuaria, selvática y en general, la región es considerada una de las que poseen mayor pluviosidad en el planeta y cuenta con una importante reserva acuífera.


El departamento del Chocó tiene costas en los dos océanos, Caribe y Pacífico, es fronterizo con el Canal de Panamá, tiene parte de selvas en el Darién y cuencas en los ríos Atrato y San Juan. De sus pobladores el 74% se reconoce afrocolombiano y el 11% indígenas. El Chocó le aporta al país el 61% de la madera que se produce y cuenta con yacimientos de oro, plata y platino, explotados en su gran mayoría, por concesiones hechas entre el Gobierno Nacional y multinacionales extranjeras. Es el segundo departamento del país que explota la mayor cantidad de oro; según el Sistema General de Regalías, en 2014 su producción alcanzó los 8.064.180 gramos, generando recursos cercanos a los 13 millones de dólares.


El contraste con la riqueza


En contraste con toda la riqueza que posee el departamento del Chocó; la precariedad en la calidad de vida de sus poblaciones es inmensa y se continúa cavando cada vez más honda esa brecha, sumergiendo a sus moradores en la pobreza extrema. Desde los mismos gobiernos han privado a sus gentes de los beneficios que por ley les corresponden, arrinconándolos cada vez más a una orilla de mendicidad.


Les fue prohibida la actividad minera artesanal, tildada de ilegal, actividad que en otrora era el principal sustento para la economía de las comunidades nativas. Les confiscan y/o destruyen sus herramientas de trabajo, bloqueando la forma de subsistencias. Según cifras del DANE, más del 80% de la población vive en condición de pobreza y otro 30% en pobreza extrema. Solo el 11% de los nativos alcanzan niveles educativos universitarios y un gran porcentaje de la población adulta se quedó en el analfabetismo.


El 81% de la población se encuentra en el rango de necesidades básicas insatisfecha y la mortalidad infantil por desnutrición es elevada. Pese a tener mayor pluviosidad del planeta y una de las más importantes reservas acuíferas, la mayor parte de la población no consume agua potable, ni poseen sistema de alcantarillado.


El Chocó tiene una riqueza en flora con más de 8.524 especies, abundantes recursos pesqueros y sus ríos cuentan con un inmenso potencial para la generación de energía eléctrica, contradictoriamente, según las cifras del DANE de 2012, de 80 mil niños menores de cinco años que tenía el departamento, 12 mil padecen graves problemas de desnutrición y muchas mujeres se hacen madres solteras a los 15 años. Cabe destacar que la presencia de grupos armados ilegales agudizó más la situación al sumar asesinatos, desplazamientos y reclutamiento forzado.


La fertilidad en los suelos y las cosechas de variedad de productos agrícolas, fue para los chocoanos motivos de orgullo y reconocimiento nacional. Situación que también se afectó con las fumigaciones contra cultivos ilícitos, en el contexto de las luchas antidrogas impulsada por el Gobierno.




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