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  • Juan Rincón Vanegas @juanrinconv

Los cantos a Dios siempre han estado presentes en la música vallenata



Diomedes Díaz. Foto Cortesía.

“No hay como el amor de Dios, Dios que nos ama y nos quiere. Con Dios el alma no muere, aunque se apague la voz”, Julio Cárdenas.

 

“Con cánticos alabaré el nombre de Dios, y con acción de gracias le exaltaré”. (Salmos 69:30).

 

La palabra de Dios con el paso de los años ha estado presente en los cantos vallenatos a través de acordeoneros, compositores, verseadores, como testimonio de agradecimiento por una mejor vida donde no se sufre de soledades y se reciben regalías para alegría del corazón.

 

Quién no recuerda la canción ‘Volver a vivir’ de Diomedes Díaz, cuando pensó en Dios en un momento de enfermedad. “Señor, tú eres grande, tú eres dueño del oro y la plata. Yo fuí hecho a tu semejanza, hoy te pido, te ruego el favor, que recibas mi corazón, serán tuyas mis alabanzas”.

 

Más adelante ‘El Cacique de La Junta’, volvió a cantar. “Diariamente en la mañanita, yo le doy las gracias a Dios. Me dio la paciencia de Job y así muchas cosas bonitas”.

 

En el año 2002 Diomedes Díaz grabó con Gonzalo ‘El Cocha’ Molina, la producción musical ‘Gracias a Dios’ y volvió a inspirarse en un canto lleno de alabanzas. “La constancia vence lo que la salud no alcanza, y eso significa que Dios ha estado conmigo. Me acompaña en el camino y me libra de la maldad”.

 

En ese senda del encuentro con Dios, Jorge Oñate y Gonzalo ‘El Cocha’ Molina  le grabaron al compositor Esteban ‘Chiche’ Ovalle la canción ‘Gracias Señor’, en cuyos apartes está el mejor testimonio de esperanza.

 

Si tú me diste un corazón, con el yo te voy adorar, te gritaré en cada canción. Señor sin tí no valgo nada. Con tus dedos pintaste el mar, a las montañas le diste el color, me diste el talento de cantar y ahora vives en mi corazón. En mí hay un deseo inmenso de recuperar el tiempo que perdí lejos de tí. Te pido que me perdones,  tú conoces mis razones y sabes lo que yo fui”.

 

Dios todo lo puede

 

Una canción que se tomó el mundo vallenato y cambió la vida de muchos es ‘Tengo un Dios que todo lo puede’, interpretado por la agrupación ‘Los Hijos del Rey’, siendo real radiografía de un cambio en la vida del compositor Esteban ‘Chiche’ Ovalle.

 

“Tengo un Dios que todo lo puede, y me da todo lo que le pida. Si con fe pides lo que tú quieres, ya verás cómo se glorifica. La  inspiración de mi canto hoy eres tú mi Señor. Padre yo te quiero tanto, tu eres dueño de este amor, porque cambiaste mi llanto y lo convertiste en alegría”.

 

El testimonio del compositor y corista Esteban ‘Chiche’ Ovalle, a quien muchas agrupaciones vallenatas le grabaron sus canciones, es claro y sincero. “Durante 15 años fui prisionero del alcohol, las drogas y las bajas pasiones. En esa condición humana anduve por muchos lugares de este mundo cantando y haciendo canciones al amor, a la mujer y cualquier circunstancia propia o extraña de mi vida”

 

Continuó diciendo. “Un buen día tomé la mejor decisión de mi vida, abrí mi corazón y recibí a Jesucristo, el único que tiene el poder y la autoridad para perdonar pecados, limpiar y transformar nuestras vidas. Él salvó y restauró mi hogar, cambió el mensaje de mis canciones, se llevó mis confusiones y le dio sentido a mi cantar dedicado al que todo lo puede”.

 

Al tener nueva vida en Dios le puso nueva letra a la canción ‘Por eso estoy aquí’ que le grabara el Binomio de Oro. “Ya no vivo confundido, ahora si sé porque yo estoy cantando, desde que recibí a Cristo siento que todo en mi vida ha cambiado, por culpa de mis errores en tanto tiempo viví penando, lleno de angustias y temores, vivía sufriendo, moría callado. Toma ya tu decisión de recibir a Cristo a salvar tu alma, él es la respuesta de tu mañana”.

 

En ese mismo campo del agradecimiento al Altísimo aparece el compositor José ‘Cachete’ López con su obra ‘Tengo un Dios’, que le grabara el artista Silvestre Dangond, donde se hace una llamativa reflexión.

 

Yo tengo un Dios en el cielo que conoce mis principios, y cuando lo necesito viene a mí a darme consuelo. Dios mío lo que yo no entiendo porque en este mundo enfermo, tú tienes bastantes siervos que han perdido la humildad. Y nadie es más que ninguno, porque grande entre los grandes en este hermoso mundo es Dios”.

 

No podía faltar el momento cuando las alegrías arropan hasta el alma, lo que llevó al acordeonero y compositor Emiliano Zuleta Díaz, a componer la canción ‘Regalo de Dios’, dedicada a su hija Emily Shadday Zuleta Bernier. La emoción del cantante Silvestre Dangond, fue tan grande que grabó esa obra.

 

Pero ahora se ha adornado mi hogar, pero ya no hay nostalgia, ya no hay tristeza, vino una niña que me ha traído mucha alegría, es tan bonita que se aparece a la madre mía. Ya Dios me ha dado lo que mi vida estaba esperando. Dios te bendiga, mi nena linda, yo a tí te amo”.

 

El amor de Dios

 

La conclusión es que los cantos y los versos vallenatos han sido eficaces para estar en contacto directo con Dios, así como lo señala el verso del Rey de Reyes de la Piqueria, Julio Cárdenas. “No hay como el amor de Dios, Dios que nos ama y nos quiere. Con Dios el alma no muere, aunque se apague la voz”.

 

En el recorrido de la crónica se quedaron muchos cantos por citar los cuales fueron escritos con amor y cantados con el alma, esos que abrieron el corazón para decirle a Dios que es nuestro amparo y fortaleza. Además, el guía para llegar al final del camino iluminado por la fe, la esperanza y el mejor regalo de bendiciones que nunca se agotan….Y eso sí, con un bendito acordeón dándole oficio al silencio del destino.

 

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