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  • Mary Mosquera @mary.mosquera

Museo de Compositores, un refugio cultural para salvaguardar la composición vallenata


Inauguración del Museo del Compositor. Foto Cortesía.

Hace unos días se inauguró en el municipio de San Juan del Cesar, en el departamento de La Guajira el ‘Museo de Compositores’. La idea nació de la imaginación del compositor guajiro Roberto Calderón Cujia, quien le dio vida a su iniciativa al diseñar y adecuar en una misma edificación, espacios que recopilasen la variedad de estilos que describen la composición vallenata y las corrientes que caracteriza a sus autores.


La misión del Museo es impulsar las líneas de investigación que permitan la salvaguarda histórica de la memoria, el recorrido, la vida y obra de los compositores de la música vallenata, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se reservó un espacio dentro de la edificación para la escuela de compositores, desde donde se forjarán a nuevas figuras que quieran abrazar aquellas costumbres de componerle al amor, a la cotidianidad, de describir momentos, objetos o estaciones, alimentadas con lírica, con romanticismo y con respeto hacia la musa inspiradora.


Un nicho de historias


Cada espacio, pared, puerta y ventana del Museo de compositores encierra un centenar de historias que enriquecieron la poesía vallenata, compositores que le inyectaron magia a este hermoso universo del canto, acompañado de caja, guacharaca y acordeón; en cada una de estas áreas están referenciados los compositores que se orillaron es ese estilo lirico con lenguaje narrativo o descriptivo.


Roberto Calderón Cujia, mentor de este proyecto, no solo recopiló referentes del canto vallenato, si no que escarbó en sus recuerdos aquellas leyendas, anécdotas, personajes y momento, que sirvieran de referente ante el mundo, de los orígenes de una línea musical con vida y fuerza para perpetuarse en la humanidad. De esta forma y, sumado a la extensa lista de creaciones melódicas, Calderón Cujia le aporta y apuesta a la salvaguarda del vallenato autóctono.


Además de hacer visible las historias en la composición vallenata, el origen y motivación de las creaciones, la vida de los compositores y las estructuras de la composición, el Museo también despierta un interés en la sociedad mundial por conocer la cultura musical de la región Caribe en Colombia y conjuntamente se abrirán otras puertas para visibilizar la geografía por donde trasegaban sus autores, los constantes estados del clima que los abrazaba con ternura y la gastronomía que alimentaba sus cantos.


En tal sentido, Calderón Cujia manifestó: El Museo de Compositores es un sitio que convoca la filosofía del verso, de la narrativa, de la ética y de la poesía; quería hacer otro legado intangible, no solo mis canciones y quise también uno tangible, con dinámica propia”. Otro proyecto por el que también recibirá honores el compositor de ‘Luna Sanjuanera’ es por ‘la ruta cultural de los compositores’ en el que viene trabajando y contará detalles muy pronto.


Pláceme de los colegas


Más que complacidos, están agradecidos muchos de los colegas de Roberto Calderón por el rol de protagonistas y materia prima del espacio cultural; voces de respaldo se escucharon durante al acto inaugural del Museo. “Enorme valor que le confiere la universalidad que le otorgaron, con el Museo de Compositores se logra visibilizar el protagonismo del compositor, figura fundamental para el canto vallenato”, manifestó el compositor e historiador Tomás Darío Gutiérrez.


Con esta obra se empieza a escribir una historia diferente y se valorará lo que es el compositor, además se enseñaran técnicas de composición, algo que se necesitaba a gritos”, manifestó el también compositor vallenato Iván Ovalle.


Por su parte el médico y compositor Adrián Villamizar Zapata, en medio de la emoción, indicó: “El Museo representa un inicio, un momento icónico a partir del cual se tienen que gestan muchas posibilidades para que toda una comunidad se vea representada en su elemento cultural más importante; esperamos que esta gran iniciativa, sea acompañada por las fuerzas vivas de la investigación, la cultura, de los entes gubernamentales y de fundaciones, para le gestión cultural, investigación y formación de los nuevos compositores”.


Julio Oñate, compositor de ‘la profecía’ que alertó a los vallenatos con la llegada del desierto, también presente en la inauguración del Museo del Compositor, opinó: “se cumplieron las expectativas y se espera que este paso tan importante que se ha dado, no se le pierda el impulso, se necesita una dinámica que le dé vida a la iniciativa y se augura muy buenos tiempos para este refugio cultural y para la historia cultural de la composición vallenata”.


El compositor guajiro Franklin Moya también elogió la obra de su paisano y colega: “Es lo más importante para nosotros como compositores y que se sepa que la materia prima de la música son los compositores, si no hay un compositor que haga una letra o una melodía no se podrá tocar un instrumento, esta obra reconoce el valor de un compositor”.


Mentor del legado


En un legado para el historial creativo de la canción vallenata y para sus protagonistas se convertirá la obra pensada por Roberto Calderón Cujia, un compositor que ha narrado desde su orilla, los estados cambiantes del amor; cuando llega, cuando se va, cuando no alcanza a ser, cuando es solo una ilusión, o cuando entra a ‘desmigajar’ el corazón, etcétera.


Calderón Cujia logró tener en uno de esos momentos productivos de su inspiración, cuatro y cinco canciones, interpretadas por diferentes artistas, sonando en la radio como rotundos éxitos, con esa buena cosecha se alimentó el ecosistema cultural del vallenato tradicional auténtico. En la memoria de sus seguidores y amantes del folclor seguirán sonando canciones como: ‘llegaste a mi’, ‘luna Sanjuanera’, ‘gitana’, ‘cuál de los dos’, ‘el último romántico’, ‘añoranzas’, ‘harán historia’, ‘bendita suerte’, ‘lo más bonito’, ‘ganó el folclor’, ‘el romancero’, ‘perdone señora’, ‘uno es así’, ‘el corazón del valle’, ‘tarde a tarde’, ‘las cabañuelas’, ‘a usted puedo contarle’, ‘dios lo libre’, ‘tu no notas’, ‘me quito el nombre’, ‘de verdad verdad’, ‘no lloraré’ y un centenar más escritas por el compositor sanjuanero.


Roberto Calderón es un guajiro que estudió arquitectura, actualmente vive en la ciudad de Barranquilla donde se desempeña en un cargo público, la vez que se le presentó al juglar de la música vallenata Alejo Durán Díaz, no mencionó el año en que nació, “soy Roberto Alfonso Calderón Cujia, nacido un 26 de mayo de un año que no me acuerdo en San Juan del Cesar, La Guajira. Compositor de ‘experiencia’, mi primera canción grabada por Adalberto Ariño y Oscar Negrete en 1976”.


Ese camino de éxitos en la composición vallenata lo recorrió Roberto Calderón inicialmente con ‘Beto’ su hermano, quién confió desde el primer momento en su talento y lo acompañaba a dar serenatas, con una guitarra comunitaria que había en el pueblo; de serenata en serenata su composición ‘recordaciones’ llegó a los oídos de Emilio Oviedo quien la grabara en 1977 con Beto Zabaleta.


“Y estaba sentado / y con el pensamiento lejos / no recuerdo que pensaba / sé que no era nada bueno, /por que el estado / emocional que yo tenía / muchas veces no comprendo / por que recordar lo viejo / trae tristezas o alegrías / Y como es lógico / una de estas tenía yo / era tristeza lo que a mí me atormentaba / hoy me di cuenta / que entregarse con el alma / sinceramente es sufrir como sufro yo”.


La cosecha de éxitos de Calderón Cujia no ha parado, desde el año 1978 cuando participó en el Festival de Compositores de San Juan, con su tema ‘luna sanjuanera’ y obtuvo un segundo lugar, hoy esa canción es el himno del Festival y de todo sanjuanero. En 1980 se gana el festival con la canción ‘gitana’ que fue grabada años más tarde por Beto Zabaleta y por tres años consecutivos recibió el galardón como compositor del año en el festival de su natal San Juan.


Las producciones discográficas de los nuevos talentos del canto vallenato también incluyen canciones de Calderón Cujia, entre estos se cuentan a Silvestre Dangond la grabó varias: ‘la bohemia’, ‘aunque después me duela’; ‘Churo’ Díaz le grabó ‘24/7’ y ‘faro en verde’, entre otros.


La más bonita del barrio pasaba / y un piropo hermoso yo le lanzaba / y así comenzó el amor / y así comenzó el amor de los dos / y yo no puedo, mirar la vida si tu no me miras si me faltas tú”, esta estrofa de la canción ‘cábala de amor’ interpretada por Iván Villazón con el acordeón de Raúl ‘Chiche’ Martínez en 1987, pareciera presagiar lo que hoy vive el compositor al lado de su esposa Alma Gámez, una esbelta dama que ha sabido cultivar el caudal de amor que encierra en el corazón.

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